«Confesiones de un borracho
Un departamento. Un living. Un sillón. Dos personas sentadas en él. Varios envases de cervezas vacíos a sus pies. Uno por la mitad. La televisión prendida, una película en proceso.
-Esta película es terrible- Susurró él, tomando un sorbo de su vaso.
-Oh, callate!- Respondió ella, Eso lo decís solamente porque la elegí yo.
-Puede ser- Sonrió él de medio lado.- Pero mirá, si hasta la traducción es horrible.. El protagonista maldice con todo su derecho, y lo único que atienden a traducir es ‘Bastardo’. La puteada se desvanece, le quitan todo lo bueno al asunto!
Ella no puede evitar reír.- Eso lo decís por el simple hecho de que el que se puteen implica que se griten y se peleen y haya tiros y choques y todas esas cosas que te pueden a vos.
-La que me puede realmente, sos vos- Él vuelve a tomar de su vaso. La cerveza se acaba, por lo que vuelve a servirse. Otra botella vacía.
Ella se sonrojó.- Qué estás diciendo? No empecés con las pavadas, por favor- Corrió la mirada, dirigiéndola hacia la película, con el objetivo de terminar esa conversación.
-Qué querés que haga? Es la verdad- Él siguió mirándola.-Ya sabés que nunca miento. Y menos con tanta cantidad de alcohol en sangre.
Se sonrojó más.-No sabés lo que decís-Insistió- Odio cuando te ponés así, empezás a decir todo tipo de cosas sin sentido.
-Salud a mis confesiones de borracho!- Y levantó el vaso en su mano, como en un brindis invisible, apurando todo su contenido en un trago.- Y no son asuntos sin sentido. Dicen que los nenes y los borrachos siempre dicen la verdad, y es así. Me encantás y lo sabés. Siempre lo hiciste.
Ella apartó la mirada de la televisión y lo miró enfurecida, con los ojos enrojecidos.- No, no lo sabía y no se por qué lo estás diciendo ahora, justo cuando Andrés entró en mi vida. Sos increíblemente cobarde!-Bufó.
-Yo? Cobarde? – Él la miró molesto, acercándose peligrosamente a ella.
-Si! Porque lo decís justo ahora, cuando sabés que no tenés la más mínima oportunidad, cuando te das cuenta que ya es tarde y no actuaste antes por puro miedo- Lo miró desafiante.
-En eso te confundís..- Y antes de que ella pueda reprocharle algo, la besó.
Y ella lo dejó. El beso mezcló la frustración de ella y el deseo de él, mezclado con el olor a cerveza.
Al separarse, los ojos de ella, llorosos y enfurecidos, ya no por él sino por ella también, lo miraron.- Sos un idiota!- Murmuró entre dientes.
-Así y todo, me querés más de lo que alguna vez puedas llegar a querer a Andrés. Y lo sabés.
Ella, llorando ya, se levantó del sillón y corrió a recoger su cartera.- Ya no se nada.. Y es todo tu culpa! Deja de destrozarme la vida con tus inmadureces. Ya no podremos ser amigos!- Y cerró la puerta de un portazo.
-Nunca fuimos amigos en realidad..-Suspiró- Ya volverás. La vida siempre quiso que nos volvamos a encontrar-Murmuró, a la nada misma ya.
Dirigió su mirada a la película, ya no sabía que había pasado. Prácticamente se habían perdido la mitad. No le importaba mucho, al fin y al cabo, la había elegido ella y a él no le interesaba. Se acomodó en el sillón. Al rato, ya se encontraba dormido.»
Tienen todo el mes de Abril para participar
Conocé más sobre el autor y su obra en: https://hazmepoeta.com
Info sobre el concurso: Concurso – Confesiones de un bastardo
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El beso…
¿El beso de la mujer araña? (había una película que se llamaba así)